Tema seleccionado: Cuidado de los muebles de mimbre a lo largo de las estaciones. Acompáñanos a mimar fibras naturales, proteger texturas y prolongar la vida de tus piezas favoritas con gestos sencillos y oportunos. Si te inspira, suscríbete y comparte tus rituales estacionales.

Primavera: despertar suave para el mimbre

Retira polvo con un cepillo suave y aspira las ranuras con boquilla fina. Limpia con agua tibia y jabón neutro bien diluido, usando un paño apenas húmedo. Seca con corriente de aire, nunca con sol directo ni calor forzado.

Verano: sol, sombra y ventilación inteligente

Sombras móviles y rotación

Combina toldos, sombrillas y cortinas ligeras para filtrar el sol más duro. Rota las piezas cada semana para distribuir la luz de manera uniforme. Este pequeño hábito evita parches pálidos y favorece una pátina homogénea.

Hidratación de las fibras

Cuando el ambiente esté muy seco, un rociado ultrafino de agua por la tarde, sin empapar, ayuda a mantener la flexibilidad. Compleméntalo con paño ligeramente húmedo en apoyabrazos y curvas. Evita siempre el mediodía y el sol directo.

Anécdota de terraza costera

Una lectora en Cádiz nos contó que salvó su butaca favorita moviéndola veinte minutos antes del pico de sol. Ese gesto diario evitó resequedad y grietas. ¿Tu terraza tiene su truco? Compártelo en comentarios y enriquece a la comunidad.

Adiós al polvo y al polen

Aspira con boquilla suave y usa un cepillo de dientes viejo para las esquinas. Lava con agua tibia y jabón neutro, escurriendo bien el paño. Seca con ventilación cruzada. Así evitas que el polen húmedo se convierta en manchas persistentes.

Sellado que deja respirar

Refuerza con una capa ligera de barniz al agua transpirable, ideal para fibras naturales. Evita películas gruesas que bloqueen poros. Prueba primero en la parte inferior y verifica que el tono se mantenga uniforme tras el secado.

Fundas que sí protegen

Elige fundas transpirables y resistentes, no plásticos herméticos. Deja espacio para el aire y eleva las patas con tacos para evitar humedad del suelo. Si puedes, alterna días cubiertos y descubiertos para prevenir condensación.

Invierno: descanso seguro sin sorpresas

Ubica las piezas en un cuarto seco, lejos de radiadores y estufas. Mantén una humedad relativa moderada y coloca separadores de fieltro entre muebles. Evita apilar con peso excesivo para no deformar trenzas y respaldos curvos.

Invierno: descanso seguro sin sorpresas

Si deben quedarse fuera, usa fundas transpirables, eleva patas con cuñas y coloca las piezas sobre superficies que drenen. Evita contacto prolongado con nieve o charcos. Ventila en días despejados para expulsar humedad acumulada.

Trenzas sueltas y crujidos

Humedece ligeramente la zona, recoloca la fibra con paciencia y fija con cola PVA de pH neutro. Sujeta con cinta de pintor hasta secar. Para crujidos, revisa uniones y refuerza con cuñas discretas sin forzar el entramado.

Color y pátina

Para reavivar tono, considera tintes al agua muy diluidos, capas finas y lijado ultraligero entre manos. Finaliza con cera natural o aceite de tung. Documenta el proceso con fotos y comparte tu antes y después con la comunidad.

Herrajes y cojines

Aprieta tornillos cada temporada, añade topes de fieltro y usa cojines desenfundables que permitan lavado y ventilación. La espuma de poro abierto evita humedad atrapada. Cuéntanos qué tejidos te funcionaron mejor frente a manchas.
Suecosa
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